Némesis: Lockdown

Debería haberlo sabido cuando nos pidieron que preparáramos la plataforma de aterrizaje. Sólo hay dos razones para hacer un traslado nocturno de muestras. O es demasiado urgente para esperar, o es una operación negra. Ambos significan problemas.

Mi instinto de supervivencia, perfeccionado por veinte años de trabajo en las instalaciones de recepción de muestras, estaba gritando, teniendo en cuenta los rumores que llegaban incluso a nuestro remoto lugar.

Tal vez si me retirara allí mismo, no estaría agachado en un laboratorio oscuro, con las palmas sudorosas agarrando un bisturí, y esa maldita voz suave repitiendo sobre mi cabeza: "Ruptura de Contención, Ruptura de Contención..."

Las cosas sólo se volvieron más sombrías cuando nos dijeron que vendrían sujetos humanos BSL-5-ET. Las muestras extraterrestres y las personas vivas no suelen mezclarse. No deberían mezclarse nunca. Algo salió muy mal ahí fuera, y quedamos atrapados en ello.

Cuando Martinsen y Sovich procesaron la primera muestra, sólo pude echar un vistazo desde detrás del cristal blindado. Había una palabra en el contenedor.

"Némesis".

No estaba allí cuando se produjo la brecha real. Hubo gritos por el intercomunicador. La energía principal se cortó. Pronto, vi a Martinsen y a uno de los sujetos humanos corriendo hacia mí desde el ascensor de la sala de aislamiento, como si el mismo diablo los persiguiera. Lo vi durante una fracción de segundo, antes de que los atraparan. Prefiero arriesgarme con el diablo, que con la cosa que se los llevó.

Ahora, han pasado quince minutos desde que escuché los disparos por última vez. El dolor en mi pierna destrozada disminuye. Me levanto y me dirijo lentamente a uno de los puestos de seguridad. ¿Soy el único que queda? No, ¡gracias a Dios! Sovich todavía está pateando. La tengo en una transmisión en vivo desde la terminal principal. Ella está...

¡Cambiando los registros! Cambiando su nombre por el mío. ¡Maldita rata! Cuando la junta se entere de que hemos tenido una brecha de contención, habrá un infierno que pagar, y ella quiere asegurarse de que la factura esté a mi nombre.

Ahora, se vuelve hacia la consola principal. En el centro, bajo el cristal protector, está el botón A3-5, un gran trozo de plástico rojo. Nos han dicho que activa el "Protocolo de Emergencia Código Rojo", pero no tenemos autorización para saber en qué consiste realmente el protocolo.

No lo hagas, Sovich. Podrías lanzar una bomba nuclear. No...

Por supuesto que sí. Quiere hacerse la buena chica, una ciudadana honrada.

Bueno, todavía hay tiempo para arreglar todo. Nadie llamará hasta la mañana. Estamos en un lado oscuro del planeta ahora, bloqueando todas las señales. Necesito llegar a la parte superior, a la consola secundaria en el otro edificio. Reescribir los registros, acceder a los procedimientos clasificados, y ver en qué nuevo problema nos ha metido.

Lo único que se interpone entre mi salvación y yo es una esclusa rota, un largo tramo de superficie infernal y suficiente radiación gamma como para hervir un huevo. Apuesto a que estas cosas no pueden salir al exterior.

Eso sería demasiado injusto...