Baby Blues

No sabes donde meterte. Algo ha pasado, sin saber cómo, has acabado cuidando un grupo de 5 bebés en una guardería. Al comienzo del juego, todos los bebés parece que están muy contentos.

Tu misión es evitar que tus niños lloren desconsoladamente. Pero, ¿Y por qué iban a llorar?, si están todos tranquilitos. Pues porque el resto de cuidadores (los otros jugadores) le lanzarán a tus bebés una serie de cartas con efectos para conseguir que pillen una rabieta y se pongan a llorar como sólo ellos saben. Los efectos de las cartas pueden ser de varios tipos, cómo por un ejemplo: un pañal sucio, hambre, quitar el chupete, el sonido fuerte de una bocina (esto no sólo pone de mal humor a los niños...), etc. Sin embaro, mientras intentas que los bebés de los demás cuidadores rompan a llorar (en cuanto empiezan a lanzarse efectos, el puteo comienza y dura hasta el final de la partida), también puedes atender y consolar a tus propios bebés con los remedios apropiados: un pañal limpio, un biberón, un potito, un chupete nuevo, etc. Además posees un osito de peluche (remedio mágico) que los diseñadores del juego te dan libertad para usarlo con la intención de consolar al bebé en cualquier situación.